Arte y cultura: qué hacer en medio del infierno

Ene 17, 2024 | ARTE Y CULTURA

No hay momento más oportuno que hoy, para llamar al universo literario del Ecuador y a todas las expresiones artísticas y culturales, a una gran minga por la paz y la seguridad. El desgarrador período histórico que vivimos, obrará sin duda en lo que vayamos a ser en el futuro y es que los últimos años han marcado para siempre nuestra nueva identidad como país, han revelado —multiplicándolo— un mundo desconocido para muchos, aquel que se fue fraguando en la crueldad, en el latrocinio infame, en el abandono, en la indiferencia y, sobre todo, en la ignorancia.

De esta realidad lamentablemente nadie sale inerme, ¡nadie! Pero cuya autoría tiene nombres y apellidos: políticos y criminales que, para los males de la República, se han vuelto vergonzosamente sinónimos, con las debidas y honrosas excepciones.

Así las cosas y como dejó dicho Jorge Enrique Adoum, “Patria, si amarga casi siempre, dulce Patria”, debe ser este un llamado feroz, inclaudicable, para imaginar primero y construir sobre la marcha, espacios, territorios y geografías donde primen la dignidad, la honradez, la solidaridad y la equidad. Y todo esto necesita la vena cultural para vencer al terror, en tarea conjunta con las fuerzas de seguridad, especialmente en aquellas barriadas tomadas por el crimen organizado.

¿Qué otro instrumento más adecuado para ello, que las artes y las culturas? ¿Qué otro instrumento más idóneo que el cine, el teatro, la música, los libros, la literatura y la lectura, para una Patria que “es un dolor que aún no tiene bautismo”, como diría Leopoldo Marechal?

Es enero y quizá no sea ingenuo apelar al espíritu del nuevo año para acometer en este propósito y llamar a las autoridades del gobierno central y de los gobiernos locales, a aquella minga de las artes y la cultura por la paz y la seguridad. La Ministra de Cultura @RominaMProcel (Romina Muñoz), las Casas de la Cultura en todas las provincias, los 221 municipios y sus direcciones de cultura, las 23 prefecturas y las 890 parroquias rurales, podrían hacer mucho en este objetivo.

¿Hablan de unidad nacional? Este es el momento preciso y precioso. Hagan una Cumbre, hagan encuentros regionales, hagan festivales y ferias, convoquen a la población, funden tradiciones que se mantengan en el tiempo, dediquen los pocos recursos en obras trascendentes, dejen de darse las espaldas y, por lo menos este año, siembren cultura!

Como todo inicio de año, vale la pena emprender en estas tareas urgentes, necesarias, imprescindibles para restituir nuestra fisonomía, aquella de la “isla de paz” que tanto añoramos, porque llevará mucho tiempo y las artes y culturas son el medio más idóneo, más eficaz para exorcizar estos males, tal como nos han demostrado Medellín y Sao Paulo.

¿HABLAN DE UNIDAD NACIONAL? ESTE ES EL MOMENTO PRECISO Y PRECIOSO. HAGAN UNA CUMBRE, HAGAN ENCUENTROS REGIONALES, HAGAN FESTIVALES Y FERIAS, CONVOQUEN A LA POBLACIÓN, FUNDEN TRADICIONES QUE SE MANTENGAN EN EL TIEMPO, DEDIQUEN LOS POCOS RECURSOS EN OBRAS TRASCENDENTES, DEJEN DE DARSE LAS ESPALDAS

Estoy seguro que todos los actores y actoras del mundo cultural se sumarían a una convocatoria de esta naturaleza. He leído los twitter de escritoras como María Fernanda Ampuero y Natalia García Freire, por citar apenas a dos de ellas (porque a buena hora son tantas), que estarán de acuerdo en anteponer la poesía a la barbarie, tal como se acertadamente bautizaran en Madrid al festival internacional de poesía.

He visto la intensa actividad en redes sociales, de músicos y gestores de espectáculos culturales, como Pancho Terán, que con justa razón reclaman #QuieroMiPaisDeVuelta y que, estoy seguro, se sumarían a una campaña nacional, sobre todo si se instaura de manera permanente, cada año, sin claudicar en el propósito, sabiendo que necesitamos una siembra de largo plazo. Por cierto, espacios culturales como el Teatro San Gabriel, han mantenido intacta su programación, apostando por el arte y la cultura, a pesar de los infiernos vividos.

Me pregunto: si fueramos capaces de articular toda esta producción artística y cultural del Ecuador en una red sostenida y sostenible, colaborativa, de apoyo mutuo, con una participación pública y privada, que derrumbe prejuicios y de una vez por todas de un salto a la contemporaneidad, quizá podríamos cumplir el sueño de Benjamín Carrión, porque creatividad y talento lo tenemos de sobra, como han demostrado artistas ecuatorianos de todas las disciplinas desperdigados en todo el mundo; pero —hay que decirlo— nos falta generosidad, confianza y apoyo mutuo. 

Por cierto, una iniciativa de estas características tendría acogida en entidades de cooperación internacional y en particular en personalidades como el Embajador de la Unión Europea en Ecuador, señor Charles-Michel Geurts, quien en su cuenta twitter expresó: “Nuestra solidaridad con la población y nuestro apoyo al régimen institucional del Ecuador ante las agresiones, amenazas e intimidaciones del crimen organizado. Se trata de ataques inaceptables a la estabilidad y la democracia”.

Formulado un gran proyecto de las artes y las culturas para todas las provincias del Ecuador, que articule a los artistas y gestores culturales en propósitos comunes, que instaure una política pública de cultura de carácter permanente, con presupuestos anuales obligatorios, con metas claras en el campo social, cultural y artístico, tejiendo una red nacional y consolidando circuitos culturales sostenibles, sin duda alguna sería muy atractivo para las instituciones de cooperación internacional, tanto aquellas que tienen su sede en territorio nacional, como muchas otras que se encuentran en todo el mundo.

Quién sabe, en la penumbra actual es muy difícil suponer como viables estas ideas, pero de qué otra cosa está hecha la vida, sino de este infatigable deseo de vivir en paz, incluso cuando las evidencias muestran todo lo contrario, porque nada puede apagar al “pájaro de fuego” que nos habita todos los días. Confiemos en aquel ser identificado por Antonio Preciado.

*El artículo se publicó en Plan V. Si te gusta, lo puedes leer acá.